CATHERINE CLEARWATER
"LA SIGILOSA"» NIVEL « Nivel uno.
» EDAD « 20 años.
» ORIGEN « Inglesa.
» OFICIO « Cazarrecompensas
» APARIENCIA FÍSICA « Cathy es una mujer poseedora de una fría belleza. Sus ojos son claros, color azul verdoso, y su cabello es castaño oscuro, casi moreno. Además es alta y delgada, de complexión atlética y flexible.
Al tener un oficio tan peligroso suele adaptarse al lugar donde esté, vistiendo las mismas ropas o luciendo los peinados característicos para no levantar sospecha. Aún así nadie diría que es una cazarrecompensas en busca de peligrosos malhechores.
» PERSONALIDAD « Cathy es una buena mentirosa. Casi siempre está fingiendo ser otra persona y con frecuencia utiliza nombres falsos. Cuando adquiere confianza con alguien entonces se suelta y realmente es ella misma...Cuando lo hace (casi nunca) entonces es dulce y amable, suele caer bien. Lo difícil es que ella pueda coger confianza con alguien.
» PASATIEMPOS « Le gusta entrenar su capacidad de matar, y gracias a su duro entrenamiento ha conseguido ser tan sigilosa como un felino.
Además le gusta explorar cosas nuevas y encontrar nuevos lugares.
» MIEDOS & FOBIAS « Lo único que le asusta es muy simple: las arañas.
» ARMAS « Dagas, espadas, cuchillos, revólveres...
» HISTORIA « Catherine Clearwater nació en Inglaterra, hija de unos humildes ciudadanos plebeyos como otros cualquiera. Vivían cerca del puerto, porque allí era donde los marineros solían acudir a la posada de sus padres, y aceptaron los peligros que eso llevaba. Los padres de Cathy no ignoraban que por allí solían venir piratas que asolaban el puerto, que saqueaban las posadas y los demás negocios.
Sin embargo todo estaba muy tranquilo en el puerto, casi nunca venía ningún peligroso malhechor a la posada de los padres de Cathy. Hasta que un día sucedió lo que tenía que suceder...
Todo ocurrió una tranquila mañana de verano. Cathy estaba jugando en el puerto con un perro, cuando de pronto un gran barco llegó. Su bandera era claramente pirata.
Todos se asustaron y corrieron a esconderse, pero Cathy no vio lo que se le acercaba y se quedó fuera con el perro. Finalmente se dio cuenta de que no había nadie a su alrededor, y cuando se volvió para ver qué pasaba, los piratas habían desembarcado y se acercaban a ella.
Cathy se asustó y corrió a la posada de sus padres, para advertirles de que venían piratas, y ellos escondieron a la niña dentro de un armario de la cocina para que no sufriera ningún daño.
Cathy se quedó escondida, respirando agitadamente mientras su corazón latía con una velocidad y una fuerza anormal. Estaba asustada, porque había visto el terror reflejado en los rostros de sus padres y el resto de ciudadanos. De pronto escuchó un disparo y un grito de mujer. Asustada, Cathy trató de esconderse aún más en el fondo del armarito, pero derribó una botella y descubrieron su escondite. Un hombre la agarró de la parte de la espalda de su vestido, y la llevó donde estaba el resto de personas. Nada más llegar, la niña chilló. Su padre se desangraba lentamente tendido en el suelo, mientras su madre lloraba arrodillada a su lado.
Los piratas la obligaron a presenciar cómo asesinaban también a su madre, y luego la soltaron. Cathy les gritó que los atraparía a todos y los mataría, y ellos se burlaron de su juramento, y la perdonaron la vida por ser nada más que una niña inútil.
Pero Cathy dejó de ser una niña muy pronto. Comenzó a entrenar día y noche para ver cumplida su venganza, y se convirtió en una adolescente sigilosa y peligrosa. No le caía mal a nadie, pues ella sabía observar e interpretar al tipo de persona que cae bien a determinadas personas. Por eso no fue una chica extraña.
Un día llegaron al puerto unos piratas diferentes a los que vinieron cuando era pequeña, pero Cathy tuvo la visión de que eran ellos. Se coló en su barco y mató a muchos de la tripulación, y entregó el Capitán Pirata a los guardias encargados de esto.
Cathy se dio cuenta entonces de dos cosas:
La primera, de que estaba trastornada por haber visto una escena tan horrible.
La segunda, de que tenía un don para atrapar malhechores.
Así que un día decidió que no trabajaría en la posada de sus padres y que se ganaría la vida con lo que mejor se le da hacer. Desde entonces Cathy es cazarrecompensas.